Una amistad puede convertirse en algo más

Una amistad, se puede perder de la noche al día, en milésimas de segundo, desparecer y parecer que nunca a existido, pero como puede ser que nunca haya existido algo cuando las dos personas se añoran, sienten que no van a volverse a ver o quizá nunca más va a ser como antes, cuando pierdes comunicación con alguien y te preguntas que ha ocurrido, que he dicho o hecho mal, que ha podido fallar, supongo que las personas estamos hechas para cometer errores en nuestras vidas, errores que nunca podremos rectificas o errores que podremos arreglar con un simple perdón o un rato de café, por suerte yo he vivido experiencias de esas a miles y he podido arreglar las cosas con cada una de las personas con las que aun sigo compartiendo el día a día.

Si la amistad es algo precioso que todos compartimos, a la vez es demasiado complicado para entender en algunos momentos de la vida, pero que ocurre si esa amistad pasa a algo mucho más grande, quien no ha sentido amor por un amigo, pero aun es mucho más complicado, verlo y hablar con él casi todos los días y pensar lo que sientes por esa persona con la que compartes tantos momento, negarte en rotundo a ese sentimiento que te invade por temor a perderla, conformarte durante unos segundos con poder estar a su lado, pero a la vez doloroso, desear besarlo en todo momento, abrazarlo, mirarlo a los ojos fijamente durante 1 minuto queriendo penetrar en su mirada, levantarte todas las mañanas pensando en él. Mucho mayor es el temor cuando estas a punto de dejarlo escapar, cuando ves que otras personas empiezan a verlo como tu misma la ves, cuando apenas le has demostrado todo lo que sientes y que otras personas si que lo hacen, de una manera tan exagerada que hasta tu misma te estas dando cuenta, que empiezas a perder toda esperanza y que no tienes ninguna posibilidad, que sabes que simplemente seréis buenos amigos y que nunca compartireis momentos de amor.

Pero que ocurre si él amor pasa a locura. Te levantas por la mañana, miras el móvil, enchufas el ordenador y estas deseando hablar con él, estas deseando que te llame o te envie un mensaje, conformándote con lo mínimo que te de, necesitando cada segundo de él, sintiéndote incluso a veces como una boba, esperando que llegue la hora para poderlo ver y cuando llega ese momento desearías que el tiempo se quedara paralizado, que no tuviera que marcharse de tu lado, y que acabado de verle, nada más llegar a casa estés deseando volver a hablar con él, al acabar la conversación te acuestas deseando esta vez que las horas pasen rápidamente para poder volver a ver el rostro que tan locamente enamorada te tiene, que lo necesitas como el respirar, él es el corazón que bombea la sangre que recorre el cuerpo y sin el te sientes totalmente rota.

Pues en realidad las personas tenemos que sufrir igual, pues el sufrir es querer, ya sea bien por un amigo, por un desamor, o por un amor compartido, cuantas personas han deseado estar con alguien porque así serán plenamente felices, yo les digo a esas personas que siento muchisimo pero estáis totalmente equivocados, porque para vivir una vida hay que a travesar muchos caminos.